1. ¿CUÁL ES LA CONDICIÓN MÁS IMPORTANTE DE UN LÍDER?

La condición más importante de un líder es su invisibilidad. No su inactividad, sino su invisibilidad.

El líder no ha de buscar satisfacción partiendo desde su rol de líder, haciendo evidencia de su inexpugnable poder fundamental, ya que esto puede provocar una descoordinación en la cohesión grupal, sino durante la interrelación y el desarrollo de la actividad del grupo que traerá consigo la satisfacción colectiva (es decir, de cada uno de los individuos).

El líder no debe ser un estorbo, debe aportar, como lo hacen todos. Tampoco debe aislarse, sino iniciar los puntos de discusión partiendo desde el grupo y dirigiéndose hacia él, nunca hacia si mismo, como un ente separado. El líder debe tener en claro que sus compañeros no son fichas en un tablero de ajedrez que él puede y debe mover. La subordinación impide el auto-liderazgo, y quien no es capaz de liderarse a si mismo difícilmente podrá establecer relaciones con los demás.

El líder debe cuestionar el papel del jefe y de la autoridad dentro de la sociedad en la que se desenvuelve, ya que estos roles forman actitudes de mando y obediencia, de privilegio y desposesión, por tanto impiden y retrasan la posibilidad de una diversificación mayor de líderes, oponiendo un sentido cualitativo poco interesado en la calidad humana sino en la automatización de las actividades. El líder debe saberse líder para si mismo, y debe saber que todos los demás también pueden serlo.

2. ¿CUÁL ES EL TIPO IDEAL DE LIDERAZGO?

El tipo ideal de liderazgo no existe, en todo caso depende siempre de los objetivos. Cuando hablamos de líder generalmente nos referimos a la organización de grupos, y la organización de grupos se cumple en función a objetivos. Los objetivos pueden ser simples o complejos, espontáneos o impuestos; desde el deseo de compatibilizar con los miembros del grupo y lograr relaciones sociales empáticas y saludables para una comunidad practicante de yoga, hasta la formación de grupos militarizados capaces de actuar durante momentos de tensión y violencia armada. Para los dos casos, lo más inteligente sería la aplicación de una forma diferente de liderazgo, debido a que las necesidades son distintas.

En el caso de las relaciones sociales (no económicas, ni militares), es evidente que lo más oportuno es la actuación de líderes transformadores, capaces de transmitir sus ideas fluidamente y abrir espacios de diálogo y discusión entre los demás participantes de grupo, de incentivarse a si mismo y a los demás.

3. DISCUSIÓN DEL LIDERAZGO

Liderazgo es un proceso en el que las redes de poder fluyen en un grupo. ¿De dónde proviene el poder?, de la actividad de los sujetos, de su propia interacción, de las ideas, de las acciones. De este modo, las actividades se dirigen hacia fines comunes, esta dirección, el sentido, la coherencia y el orden, forman parte del liderazgo.

El liderazgo no es la estabilidad sino el movimiento, pero el movimiento encaminado, dirigido no hacia los integrantes sino de los integrantes hacia sus objetivos.

Podemos plantear algunas afirmaciones y preguntas para reflexionar:

Todos somos líderes. O, al menos, todos podemos serlo. El líder no es ni un dios ni un súper héroe; líder es aquel que es capaz de dominar las decisiones que toma. Aquel que niega ser líder de su propia vida, de su propia voluntad, se subordina a la voluntad de otro. Aquel líder que decide por otro, que asume una responsabilidad ajena, está impidiendo a su compañero que pueda ser líder de si mismo y lo condena a la enajenación. Entonces no podemos hablar de otros líderes que no seamos nosotros mismos y nuestras capacidades para resolver los problemas de nuestra vida cotidiana.

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